Artistas Callejeros de Pinamar: un logro histórico
Una ordenanza conseguida con la lucha
En Pinamar, el arte callejero ya no es ni será delito. Con una lucha y movilización de cuatro largos meses, y la participación protagónica del SAdeM, los artistas callejeros de Pinamar -y entre ellos los músicos- conquistaron la ordenanza que declara Patrimonio Municipal al arte callejero y protege tanto a los artistas como a sus instrumentos de trabajo.
Y lo consiguieron logrando imponer el recurso de “insistencia” con el que hicieron retroceder el veto que el intendente Martín Yeza había interpuesto a la ordenanza originalmente aprobada por unanimidad por el Honorable Concejo Deliberante de Pinamar. El proyecto, promovido, Gustavo Morini del Colectivo Cultural y María Laura Vigliecca -secretaria de Organización del Sindicato Argentino de Músicos-, y presentado Por el Concejal Gregorio Estanga de Unidad Ciudadana, estaba y está dirigido a salvaguardar el arte callejero como “patrimonio cultural municipal” y frenar esta modalidad represiva contra la cultura que está imponiendo Cambiemos en todo el país.
Ahora, según informó el noticiario Telégrafo de Pinamar, los artistas callejeros podrán hacer su trabajo sin tener que pedir autorización “por vía de excepción” como intentaba el decreto de Yeza. Aunque habrá un registro de artistas de carácter público y gratuito, y cuya inscripción no es obligatoria. La ordenanza complementaria agregó el recaudo de que, si la actividad a desarrollarse es musical y requiere el uso de amplificación sonora, deberá atenerse a lo dispuesto en la reglamentación vigente sobre los horarios de descanso y los decibeles permitidos. Y prohíbe de manera explícita considerar a la música como “ruido molesto” También se establecen los espacios donde podrá desarrollarse la actividad, entre ellos las plazas de municipio.
Y se fija claramente que los medios y los instrumentos de trabajo de los artistas “no podrán ser secuestrados, retenidos o decomisados por autoridades públicas bajo ninguna circunstancia”. “Sin los artistas en la calle, esta ‘insistencia’ no hubiera sido posible”, cerró su intervención ante la Legislatura la Secretaria de Organización del SAdeM nacional.
María Laura Vigliecca (Sec. de Organización del SAdeM)
“Hoy tenemos la primera norma en el país que declara patrimonio cultural al arte callejero”
El conflicto empezó a fines de julio, cuando la policía de Pinamar reprimió a “los chicos del rap”, en forma desmesurada e inédita en la ciudad. En una reunión con ellos nos contaron lo sucedido, y a partir de eso preparamos un proyecto de ordenanza que protegiera el arte callejero.
Esa represión se produjo en el marco de la profundización de la persecución que se viene desarrollando contra arte callejero en general en todo el país, como lo muestra el pedido de reforma del jefe de gobierno de la CABA, Rodríguez Larreta, con un código contravencional que criminaliza el arte callejero contemplando penas de prisión para para los artistas y clausuras para los espacios privados, que son nuestra fuente de trabajo.
-Esta lucha tuvo dos momentos: uno hasta la obtención de la ordenanza y otro después del veto del intendente Yeza. ¿Cuál fue la acción de los artistas –entre ellos los músicos– y la del SAdeM a través tuyo?
Una vez presentado el proyecto de ordenanza de la mano de Unidad Ciudadana, nos hicimos presente en todas las comisiones donde se consideró la norma y la defendimos, junto a otros actores del sector, hasta que salió aprobada.
A los pocos días aparece el veto del intendente. Martín Yeza es Cambiemos, y claramente esta acción responde a la línea del gobierno nacional y provincial que viene castigando a la cultura y reprimiendo a los artistas, como políticas de estado. Probablemente hubo algún tirón de orejas de Larreta, ya que mientras él está promoviendo la reforma al Código Contravencional en la Capital, en Pinamar se le escapa la tortuga y los concejales de su partido en Pinamar aparecen aprobando una ordenanza que protege el arte callejero.
A partir del veto, los artistas nos fuimos organizando en asambleas y presentamos el pedido de “insistencia” de la ordenanza para que el Concejo Deliberante la volviera a aprobar. Para sostener ese reclamo salimos a la calle, con intervenciones artísticas, que hicieran visible el reclamo, el apoyo de la ciudadanía y los medios locales fue fundamental. Recibimos también el apoyo de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, que desde Unidad Ciudadana acababa de presentar un proyecto de ley provincial que basado en la ordenanza nuestra. Desde el SAdeM, participamos directamente en la redacción, siendo que fuimos los impulsores de la ordenanza de Pinamar.
Así fuimos trabajando, más las intervenciones en el Concejo, más las presentaciones de firmas y la movilización permanente de los artistas en la calle. Y finalmente logramos que el Ejecutivo en Pinamar abriera una mesa de trabajo, en la que se acordó la redacción de una ordenanza complementaria, con alguna ampliación de algún artículo como para que el oficialismo acompañara la insistencia y “dibujar” el hecho de que estaba dando marcha atrás de la decisión de Yeza. Así llegamos al día de la sesión en la que los concejales de Cambiemos volvieron a acompañar la iniciativa, que salió otra vez aprobada por unanimidad.
-¿Existía una coordinación previa de los artistas callejeros en Pinamar?
No. Anteriormente hubo algunos atisbos de organización, pero nunca se había llegado a nada. Esto fue un hito para la ciudad. En primer lugar porque hubo un plan de lucha sostenido durante tres semanas en la calle, articulado con distintos sectores de la cultura, con exhibiciones de arte callejero, música, una muestra de artistas plásticos en pleno centro de la ciudad… Pudimos mantener el tema en agenda durante esas tres semanas, y logramos que se diera vuelta el voto de los concejales de Cambiemos cuando el intendente acababa de vetar.
Y además en Pinamar veníamos con la experiencia de la ordenanza de centros culturales de hace dos años, en donde el intendente hizo lo mismo. Trabajamos aquella ordenanza, logramos la aprobación en el Concejo Deliberante, Yeza la vetó… Y en aquel momento el SAdeM participó y acompaño la redacción de la norma, pero no se pudo articular un plan de lucha y esa “insistencia” se perdió. Ahora, con la de Artistas Callejeros pudimos organizarlo.
En definitiva, hoy tenemos la primera ordenanza, la primera norma en el país que declara patrimonio cultural al arte callejero, y declara a la música expresión cultural -como bien dice la ley nacional- y no “ruido molesto”… Esto es en sí mismo una conquista histórica, ya que se trata de un reclamo que el Sindicato Argentino de Músicos viene sosteniendo desde hace muchísimos años.
-¿Desde el punto de vista organizativo esto significó una incidencia mayor del SAdeM entre los músicos de Pinamar?
Sí, sirvió para que los compañeros empiecen a reunirse, a organizarse, hay ganas de armar una seccional del Sindicato. La necesidad debe salir del territorio. Yo lo que hago desde Organización es acompañar las reuniones que ellos van teniendo, y discutir específicamente la problemática de Pinamar y de la Costa en general. Por supuesto que si aparece la iniciativa de organizarse y sumarse al el proceso de nacionalización del SAdeM en el que estamos trabajando hace unos años, entonces bajaremos la herramienta, como lo hemos hecho en todos los lugares donde nos llamaron. La necesidad tiene que nacer en el territorio, de lo contrario transformaríamos al SAdeM en un sello de goma.