Entrevista a Ricardo Vernazza, Secretario General del SadeM
“Incluir a los músicos en los derechos y beneficios de la seguridad social”
En el último período hemos estado encarando algunas cuestiones importantes, relacionadas con reivindicaciones históricas que venimos planteando desde hace mucho. Entre ellas se destaca la creación de la Comisión por la Inclusión del Músico en la Seguridad Social. La comisión se formó a partir de algunos reclamos que hicimos ante el Ministerio de Trabajo y en particular ante el Secretario de Seguridad Social, Juan Carlos Paulucci, respecto a temas que afectan a los músicos como jubilación, pensión por fallecimiento, asignaciones familiares, desempleo, seguro de riesgo de trabajo, obra social, etc.
Tuvimos una muy buena respuesta. Paulucci en los ’60 fue presidente de la Caja de Recaudación Previsional; participó de la reglamentación de la Ley 14.597. En aquel momento se reunía con APO, con el SAdeM y con la Cámara, y como entonces no se pudo hacer, nos dijo que quería dejarlo realizado en esta nueva gestión. A partir de eso se formó una comisión con 3 personas de cada lado: del lado del Ministerio, él personalmente con dos de sus asesores, y por el SadeM estamos participando la presidenta de la Obra Social y Secretaria de Organización del Sindicato, María Laura Vigliecca; como asesor legal el Dr. Gerardo Juara, y yo como Secretario General del SadeM.
O sea con una representación doble: del SadeM y de la OsdeM…
La idea de que concurra la presidenta de la Obra Social es porque hay que cubrir las dos cuestiones. La Obra Social tiene un grave inconveniente: la Superintendencia no reconoce las especificidades del músico como trabajador, y la ley de prepagas ha dejado sin salud a una cantidad de músicos, que por no tener aportes registrados no los podemos atender; y desde la Superintendencia también hay una intención de atender a esos músicos, pero como tiene que haber un encuadramiento sindical en el Ministerio de Trabajo esta Comisión es el mejor lugar para hacerlo…
Y por el otro lado está todo lo que tiene que ver con las condiciones de trabajo. Nosotros planteamos, como propuesta de trabajo, los proyectos de ley que en distintos momentos ya hemos presentado ─el último fue el que perdió estado parlamentario en el Congreso el año pasado, y que fue firmado por el diputado Omar Plaini─, con la idea de incluir en los beneficios de la seguridad social a todos los trabajadores músicos eventuales del país.
¿Eso requiere una ley especial?
Estamos viendo cuales son los temas que se deben tratar, para luego ver qué normativa es la que se requiere: si es necesario una nueva ley, o reglamentar la ley existente…. Nosotros nos estamos encargando específicamente de las condiciones de trabajo del músico, y ellos están estudiando los sistemas de seguridad social que hay en otros lugares de mundo y cómo se pueden aplicar acá, principalmente de qué forma aporta el empleador a este sistema. Hay dos sistemas en estudio, el francés y el español. El secretario Paulucci se inclina más por el español, pero eso todavía está en estudio. El principio general siempre es que el músico esté incluido en los beneficios de la seguridad social que tiene cualquier otro trabajador: jubilación, pensión por invalidez, pensión por fallecimiento del titular, asignaciones familiares, desempleo, obra social, seguro de riesgo de trabajo…
Otra de las preocupaciones del secretario de Seguridad Social es el tema de las enfermedades profesionales. Nos está gestionando una entrevista con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo para relevar las enfermedades específicas de los músicos, y los grados de incapacidad total o parcial que puede tener cada enfermedad. Porque hay enfermedades que a cualquier otro trabajador lo incapacitan parcialmente pero le permiten seguir trabajando, pero que al músico lo obligan a retirarse. Esto está sucediendo mucho en organismos nacionales o provinciales, donde los gobiernos lo que “ofrecen” es que ese compañero deje de estar en la orquesta o en la banda y pase a un puesto administrativo; nosotros lo que reclamamos es que se jubile por incapacidad, porque es lo que corresponde, como pasaría por ejemplo si ese compañero, en lugar de tocar un instrumento, manejara una ambulancia: si ya no puede manejar a nadie se le ocurriría pasarlo a administrativo, lo jubilarían…
Y también ver las enfermedades que incapacitan a los músicos parcialmente, para que sean reconocidas con permisos médicos del empleador. Porque por ejemplo, no es lo mismo tomar un antihistamínico para un empleado cualquiera que para un músico; ese simple medicamento tiene contraindicaciones para las tensiones musculares que perjudican la correcta ejecución del instrumento.
Así que son toda una variedad de temas que están para ser abordados en esta comisión. Por eso le estamos dedicando mucho de nuestro tiempo y de nuestro trabajo. Y, ya que para eso nos sentamos en el Ministerio de Trabajo, estamos llevando también otros temas, como la extensión territorial del SadeM a todo el país, la homologación de un contrato de trabajo en el marco de la 14.597, las incompatibilidades que tiene el músico para trabajar en el Estado, el abuso de los playback, y otros que no son de la órbita de la seguridad social pero sí están en el ámbito del Ministerio de Trabajo.
(2ª parte)
“Cuando reclamamos con carta-documento, nos quieren acusar de ‘coacción agravada’…”
¿En qué punto están actualmente las negociaciones paritarias de los músicos?
Actualmente tenemos varias paritarias en discusión. Con mucha dificultad, en primer lugar por la crisis económica: hay lugares a los que la crisis los golpea duramente, como los pubs y otros lugares de la noche, donde recibimos de los empresarios un mar de lágrimas por la situación que tienen, ya sea por las tarifas de los servicios o por la baja de la concurrencia. La crisis hace que a la gente le falte el peso en el bolsillo, y lo primero que se suele cortar es la salida a ver un show, o van 8 personas y se limitan a tomar dos cervezas… Otro ejemplo es que el BAMúsica, que es un subsidio que se les da a los lugares de música en vivo, que en 2016 algunos locales lo pedían para pagar el alquiler o equipamiento, hoy lo están usando para pagar las facturas de la luz, de gas o de agua. Quiere decir que el valor de esas facturas ya supera el alquiler del propio local… La crisis y el tarifazo, una coyuntura que castiga al trabajador desde todos lados. Sumado a que las negociaciones no son en el mejor clima, el operativo de inspecciones con la Dirección de Protección del trabajo realizadas a los boliches este verano generó multas por el incumplimiento de convenio colectivo, lo que se notó al momento de la negociación.
Y frente a eso ¿cuál es la propuesta que llevamos a las negociaciones?
Bueno, lo que nosotros llevamos es una propuesta de aumento salarial. Es muy amplia, porque allí están también las negociaciones con hoteles, restaurantes y demás. Y nosotros lo que buscamos es mantener el poder adquisitivo del salario en ese sector. Pero por un lado interfieren los problemas que hemos enumerado, y por el otro la política del Ministerio de Trabajo, que hoy, si la propuesta que se acuerda supera la pauta del 15 por ciento, no es como hasta el año pasado que no lo homologaba, sino que ni siquiera te lo reciben.
Y esto complica mucho la negociación, y por eso estamos en plena discusión de alternativas ─porque nuestra propuesta supera ese techo fijado por el Estado─, como por ejemplo firmar por períodos más cortos, reconocer adicionales, etc. Lo cual genera otros conflictos, porque eso supone tener paritarias cada seis meses… Ahora tenemos una contrapropuesta de la Cámara que admitiría esa posibilidad. Estanos hablando de la paritaria con la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Confiterías ─que es nacional─, y también con la de Televisión Abierta; y ambas en el mismo sentido, de modo de lograr tener en el primer semestre una tarifa homologada en todos los lugares posibles, para después seguir con las inspecciones donde no se cumplan.
La situación es crítica en los dos rubros, porque en televisión son pocos los canales o los programas que pueden estar en una situación más holgada. La crisis golpea por ambos lados, por el de la repercusión que la crisis tiene sobre las actividades culturales, y el de los topes que el gobierno nacional pone a los aumentos.
¿Y en Publicidad?
Bueno, ahí estamos en una avanzada mucho más fuerte. La paritaria en el Ministerio de Trabajo hace 20 años que no avanza, así que ya hicimos directamente un reclamo a todas las agencias de publicidad para tener una negociación directa con ellos.
Ahí también tenemos una situación difícil, ya no tanto por la crisis, porque éste es un sector al que la crisis todavía no lo golpeó tan fuerte, pero sí por la coyuntura general, porque el ministerio y la Justicia acompañan la posición dura del empresariado, y entonces es normal que nosotros enviemos, por ejemplo, una carta-documento a una agencia o a cualquier empleador y nos contesten que ellos “no contratan músicos”, o “no tengo nada que ver con ustedes”, e incluso que el último párrafo diga que si les mandamos otra carta-documento nos van a iniciar juicio penal por “coacción”, etc. Increíblemente, hoy para el sistema reclamar un derecho con una carta-documento es “coacción agravada”, como si fuéramos a apretarlos con un revólver… Hoy ya no existe el derecho a reclamar, todo lo que uno pide lo caratulan de “coacción agravada”: esos son los términos con que vienen devueltas nuestras demandas.