Media sanción a la Ley de Cupo Femenino en los escenarios

Un avance decisivo de las mujeres artistas y especialmente músicas hacia la equidad de género: la Cámara de Senadores dio su aprobación al proyecto de Ley de Cupo Femenino en los escenarios argentinos.

La Nota entrevistó brevemente a Nadiah Demarco, Secretaria de Género y Diversidad del SadeM.

 

¿La ley es de alcance nacional o con alcance sólo en la ciudad de Buenos Aires?

Quien la está debatiendo es el Congreso Nacional. Ahora ya tiene media sanción de Senadores y falta la media sanción de Diputados.

¿Qué fue lo que motivó la propuesta de crear esta ley? ¿ Ocurrían discriminaciones en los festivales?

Esta ley se propone porque la participación de las mujeres músicas en los escenarios es significativamente menor que la de los hombres. ¡Y no es que haya pocas mujeres músicas! Pero sucede que los organizadores no las programan, o no les permiten participar en los festivales. Por eso tomamos el tema desde el SadeM, que a través mío estuvo presente en la presentación de la ley en el Congreso y apoyó de diferentes maneras para que la ley recibiera esta media sanción.

¿Qué cambia en los escenarios con la aprobación de la ley? ¿Y qué significación te parece que tiene en toda la gran movida del movimineto de mujeres actualmente en marcha?

Con la aprobación de la ley ─es decir si recibe la media sanción que falta de Diputados─ los organizadores tendrán que programar un 30% de mujeres en los escenarios, ya sean solistas, agrupaciones mixtas o agrupaciones sólo de mujeres.

Es un avance muy importante para crear una sociedad musical más equitativa. Como solemos decir, podés estar de acuerdo o no con las leyes de cupo, pero estas leyes son discriminaciones positivas, ya que si bien al principio son obligaciones, luego de un tiempo de implementada se transformará en algo culturalmente correcto, que es como debería haber sido desde un principio.

 

LA MÚSICA ES TRABAJO, NO ES DELITO!!! PROYECTO PINAMAR

PINAMAR. PROYECTO DE ORDENANZA SOBRE ARTISTAS CALLEJEROS

María Laura Vigliecca-Secretaría de Organización del SAdeM

Un signo de los tiempos: la represión oficial forzó que el proyecto tuviera que ser propuesto y discutido en la Comisión de Seguridad y Protección Ciudadana y no en la de Cultura…

Cada día queda más claro que al gobierno nacional, y a muchos gobiernos provinciales y municipales, no les caen bien las expresiones artísticas, esas que a diario se ven en calles y lugares públicos en general y que son verdaderos canales de cultura popular. Lo de esos gobiernos es más que un desagrado frente a esas expresiones: las persiguen, las reprimen. Quieren “disciplinarlas”. Las temen. Temen que se conviertan en una forma de expresión fuera de su control, en una vía por la que asome el profundo desencanto e indignación que la actual realidad económica, política y social va acumulando en la sociedad.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el gobierno de Rodríguez Larreta presentó un proyecto de reforma al Código Contravencional que intenta legalizar la represión que vienen sufriendo hace años los artistas callejeros de esa Ciudad, catalogando la música como “ruido molesto”, criminalizando la actividad e imponiendo la  confiscación de instrumentos, multas y hasta cárcel para los artistas. A los de Pinamar el desprecio oficial ya les cayó con fuerzas de “seguridad” y gas pimienta para “disolver” una peligrosa competencia de rap en la plaza de la vieja estación.

Pero van despuntando reacciones saludables. En Buenos Aires las marchas y concentraciones de junio y julio en el microcentro frente a la sede de la legislatura porteña, acompañada por movilizaciones en todo el país, lograron que se discuta una nueva normativa. En Pinamar el rechazo a la política represiva sobre los artistas, tomó la forma de un proyecto de ordenanza que protege el arte callejero. Un signo de los tiempos: la propia represión oficial forzó que tuviera que ser propuesto y discutido en la Comisión de Seguridad y Protección Ciudadana y no en la de Cultura.

El proyecto de ordenanza, presentado por el bloque Unidad Ciudadana, tiene tres ejes fundamentales, la declaración del arte callejero como Patrimonio Cultural Municipal, la prohibición de incautar los instrumentos de trabajo de los artistas, y la negativa a considerar la música como ruido molesto.-

Literalmente el proyecto tiene como fin “proteger, propiciar y fomentar la actividad artística en la vía pública, teniendo en cuenta que la cultura de un pueblo se constituye como recurso intangible e indispensable en la conformación de la identidad de cada comunidad”. Y en consecuencia deja sentado que “el estado es responsable del diseño de políticas culturales que fomenten la creación artística en todas sus formas y proteja tanto los espacios donde se desarrollan como a sus actores”. El proyecto de ordenanza califica al arte callejero como “expresión primaria y libre de la cultura de nuestra comunidad”, y considera que “el estado debe proteger al artista y garantizar la integridad de sus instrumentos de trabajo”.

Seguiremos discutiendo la propuesta en Comisión la semana próxima, acompañando desde el SAdeM esta iniciativa que visibiliza una problemática que se profundiza y que atenta directamente contra la libertad de expresión y la cultura.-

LA MÚSICA ES TRABAJO, NO ES DELITO!!!!!

Desde Tucuman y Tierra del Fuego – ¡Es indispensable darle un marco normativo a la actividad de los músicos!  

¡Es indispensable darle un marco normativo a la actividad de los músicos!

Como parte del trabajo de nacionalización del sindicato que venimos construyendo, próximamente se va a presentar en la provincia de Tucumán el proyecto de ley provincial que establece un régimen de trabajo para los ejecutantes musicales tucumanos. La Nota habló con Julián Morel, Secretario General de la Seccional Tucumán del SAdeM, para que nos cuente en qué etapa estamos en este sentido, y con Marcelo Mansilla, Secretario General de la Seccional Tierra del Fuego, provincia donde la ley 800 ya está absolutamente vigente y dando frutos en materia de derechos.

Julián Morel, Secretario Gral. SAdeM-Tucumán

“Vamos por un régimen laboral para los músicos tucumanos”

La Nota: ¿Cómo es la situación de los músicos en Tucumán? Ustedes están trabajando en un proyecto sobre el régimen laboral de los trabajadores músicos en la provincia…

J.M.: La realidad de los músicos en Tucumán no es diferente de la que viven los músicos en casi todo el país. Aquí no nos asiste ningún derecho como trabajadores. Hay una carencia absoluta de normativa que nos garantice las fuentes de trabajo y el ejercicio digno de nuestra profesión. En ese contexto estamos trabajando con la Secretaría de Organización nacional un proyecto de ley que esperamos vendrá a regular la actividad y a garantizarnos la inclusión en todos los beneficios de la seguridad social y el derecho del trabajo.

La Nota: ¿Cómo se viene trabajando el proyecto?

J.M.: Por ahora venimos discutiendo con los diferentes sectores de la profesión las distintas problemáticas y necesidades, para que esta ley venga a garantizar derechos y a establecer mecanismos de contratación para todos los trabajadores de la música en Tucumán, tanto del ámbito público como privado, eventuales o permanentes. En este sentido estamos organizando asambleas y reuniones en toda la provincia en las que participan compañeros de diferentes géneros, como las que se van a realizar en los valles en la última semana de julio, y una vez concluidas las actividades de Tafí, Amaicha, etc. estaremos presentando ya el proyecto definitivo en la Legislatura.

LN: ¿Qué perspectivas tienen de que el proyecto sea recibido y tratado en la Legislatura tucumana?

J.M.: En principio tenemos muchas expectativas de que sea recibido y tratado. Ya hemos mantenido algunas reuniones con los asesores de la presidenta de la Comisión de Cultura de la Legislatura, Silvia Rojkes, quien se ha mostrado con predisposición para acompañar el proyecto y discutirlo en Comisión. Nos parece estratégico que el estado finalmente mire a los artistas, reconozca la problemática, y se dé la discusión para empezar a resolverla. Un marco regulatorio para la actividad es indispensable, sobre todo en tiempos en que además de la precarización en la que trabajamos se suma el achicamiento del mercado interno, y por tanto el cierre de fuentes de trabajo.

LN: ¿Cuáles son las iniciativas del SAdeM para acompañar la presentación?

J.M.: Estamos juntando firmas de adhesión, haciendo actividades en la calle en las que los compañeros salen a tocar y a explicar la necesidad del sector, haciendo reuniones y asambleas. El 10 de julio movilizamos contra la reforma al código contravencional en Bs. As. junto a los artistas callejeros, y realizamos una volanteada con algunos puntos de la ley que nos parecen estratégicos bajo la consigna ¡Los músicos somos trabajadores! Y en esta oportunidad le agregamos la que la coyuntura nos marca con el avance del carácter represivo de la reforma de Rodríguez Larreta en CABA… ¡La música es trabajo! ¡No es delito!

* * *

Marcelo Mansilla, Secretario Gral. del SAdeM-Tierra del Fuego

Dos herramientas clave en el mejoramiento de nuestras condiciones de trabajo “La Ley del Músico y el Sindicato”

La Nota: ¿Qué cambios hay en el ejercicio de la profesión para los músicos fueguinos desde que se aprobó en la provincia la Ley del Músico?

M.M.: Los músicos de Tierra del Fuego vivimos una realidad muy distinta a los compañeros del resto del país. Mientras en otras provincias los músicos tienen que pagar para tocar, acá logramos imponer la lógica contraria.
Conviene hacer un poco de historia. En el 2009, cuando se decide crear la filial del SAdeM en Tierra del Fuego, nos organizamos porque existía un vacío legal. La legislación no nos contenía como trabajadores músicos: lo que regía era el “tenés que pagar”, o “tenés que trabajar gratis para promocionar tu trabajo”, etc. Y a los poquitos meses de haberse creado la filial, los compañeros que entonces lideraban este trabajo, junto con los de la dirección nacional del SAdeM, presentaron el proyecto en la Legislatura de Tierra del Fuego, que terminaría siendo la ley provincial 800.
Ese proyecto buscaba cubrir ese vacío legal, donde no se nos reconocía como trabajadores. La ley implica darnos el status de trabajador, con todo lo que eso implica, como tienen todas las demás ramas de trabajadores, con sus Convenios Colectivos de Trabajo, etc., y la posibilidad de ir a pelear algunas cosas con el Ministerio de Trabajo.

LN: ¿Y cómo lo lograron? ¿Hubo acuerdos con sectores políticos…?

M.M.: No fue fácil… En ese momento justo había un cambio de gobierno, la gobernadora era Fabiana Ríos, y hubo algún espacio para que los legisladores nos pudieran escuchar. Y votaron la ley.

LN: ¿Cuáles fueron los cambios a partir de la ley en la relación con los empleadores?

M.M.: Bueno, tenemos dos sectores. Por un lado estamos los músicos que tenemos relación de dependencia con el Estado: acá en Tierra del Fuego tenemos dos bandas que dependen de los municipios de Ushuaia y Río Grande respectivamente. Nosotros hasta ese momento no estábamos reconocidos como músicos, sino que éramos trabajadores municipales. Por lo tanto, una de las primeras cosas que empezamos a trabajar fue el reconocimiento como músicos, la especificidad de nuestro trabajo: dejar de tener el status de trabajadores administrativos para ser reconocidos como trabajadores músicos.
En ese tiempo, en Ushuaia se estaba discutiendo el Convenio Colectivo de Trabajo, y los compañeros de allí pudieron ingresar a las paritarias del Estado y discutir el convenio sectorial. Te imaginás la importancia que tuvo conseguir una herramienta como ésta. Y había un trabajo sindical que lo respaldaba. En Ushuaia el SAdeM discute las paritarias, somos parte en las discusiones salariales, e integramos la Copar, que es una comisión paritaria permanente de revisión de los CCT, donde todos los compañeros municipales son parte.
Acá en Río Grande la situación de los compañeros que tenemos relación de dependencia con el Estado es otra. Todavía no se está discutiendo el CCT, pero estamos a la espera de que se abran las paritarias y nos reconozcan como músicos.
Por otro lado está el sector privado, donde tenemos la posibilidad, gracias a la ley 800, de articular un montón de mecanismos para que, trabajando en conjunto con el Ministerio de Trabajo, se reconozcan algunos derechos a los trabajadores. Hay mucho trabajo por hacer.
Somos conscientes de que no a todos los músicos en Tierra del Fuego les gusta esto de organizarse en un sindicato para conseguir algunos derechos. Pero nosotros vemos al sindicato como una herramienta de transformación, y el compromiso que hemos asumido con los compañeros es trabajar por abajo, reorganizarnos en esta etapa en la que estamos tan complicados, para poder seguir sosteniendo estos derechos, y avanzar hacia otros.
Afortunadamente acá los dueños de los locales, pubs, etc. reconocen el trabajo, se están respetando los acuerdos. Siempre hay un pillo que quiere desconocerlos, pero bueno, la idea es trabajar juntos. Más allá de que el sindicato es una herramienta de los trabajadores músicos, nosotros queremos que los empresarios de la provincia lo vean como una institución que además pelea para garantizar las fuentes de trabajo para nosotros los músicos.
En Ushuaia también hemos metido un golazo gigante, que fue la apertura de la caja de salarios. Porque antes dependíamos de algunos contratos, o de tratos de palabra, y había demasiados intermediarios. Hoy, afortunadamente, el Sindicato logró que allá se firmen los contratos, el Sindicato cobra los montos y es el que garantiza el cobro de los compañeros músicos. Es un trabajo brillante que se está iniciando, articulando directamente la estructura del Nacional con los delegados de la Seccional, y el aporte que significó la asistencia de inspectores para capacitación en la provincia. Lo han hecho los compañeros de Ushuaia, y por supuesto pensamos implementarlo también en Río Grande.
Para lograrlo contamos con una ley, con la que de a poquito vamos avanzando en algunas cuestiones. Pero no podemos hacerla cumplir en su totalidad si no convencemos a nuestros compañeros músicos de la necesidad de estar organizados. Somos conscientes de que acá vivimos una realidad distinta a la de otros músicos en la Argentina, y más en estos momentos del país en que estamos teniendo una situación sumamente complicada, porque los que trabajamos en boliches etc. vivimos de esto y dependemos del gasto que haga el cliente, y con el achicamiento del mercado interno lo primero que se resiente son las actividades de recreación de la gente.

 

 

“La música no puede ser criminalizada”

Entrevista de La Nota a Ricardo Vernazza, Secretario General del SAdeM

“La música no puede ser criminalizada”

LN: ¿En qué consiste el conflicto de los llamados “artistas callejeros” y qué significa la nueva propuesta de modificación del Código Contravecional por el
gobierno de “Cambiemos” en la CABA?

R.V.: Nosotros venimos tratando este tema desde el mismo momento en que sucedió la tragedia de Cromañón, hace ya 13 años. Allí empezamos a denunciar que la música está criminalizada, ya que tanto en el Código de Edificación como en el de Planeamiento Urbano la música está considerada como un “ruido molesto” sin ninguna observación que contemple su especificidad y la diferencie de eso…
El Código de Edificación obliga a prever condiciones de insonorización inexactas e incumplibles. El de Planeamiento Urbano establece en qué zonas de la CABA se puede hacer música y en cuáles no. Y aparte está el Código de Habilitación, que es el que discutimos ampliamente cuando sucedió lo de Cromañón, porque es el que establece las condiciones de funcionamiento de los lugares de música en vivo. Eso siempre nos tuvo preocupados, ya que esas disposiciones nos quitaron muchas fuentes de trabajo, generando que para hacer música en vivo tenga que invertirse un costo muy alto por la insonorización, la seguridad, la ubicación, etc. Y empezamos a plantear el tema de la criminalización porque en el Código de Contravenciones se introduce una condena al “ruido molesto”: es decir que el que hace música está sujeto a una penalización…
Desde Cromañón venimos discutiendo la necesidad de despenalizar la música a través de una ley específica que la reglamente, la fomente y la difunda. No se trata de que la música “quede impune”, sino de que se contemple su especificidad. Porque por ejemplo, la calificación de “ruido molesto” pone directamente en la mira al músico callejero, que es el primero al que le cae, pero también le cae al boliche donde trabajamos, te cae en tu casa cuando ensayás, en la escuela donde estudiás, etc. Y no se establece ningún requisito para que la música no sea considerada “ruido molesto”: ni decibeles, ni horarios, es completamente arbitrario y subjetivo, el código dice que la diferencia entre música y ruido molesto es la “normal tolerancia”.
En su momento tuvimos reuniones en la Agencia de Control, más tarde en la Legislatura hablando tanto con el bloque de Unidad Ciudadana como con los del Pro. Allí empezó a aparecer la idea de legislar sobre esto, pero sucedió la tragedia de Time Warp el boliche de la Costanera donde murieron pibes en una fiesta tecno por el uso de pastillas: se endurecieron las penas, nadie quiso tocar más el tema, y otra vez todo desde cero…
Nunca dejamos este tema, que en los últimos años ha significado perjuicios tanto para los lugares que nos dan trabajo como para nosotros mismos que tocamos.

LN: ¿Y qué cambió ahora con Cambiemos?

R.V.: Bueno, ahora apareció en la Legislatura de la CABA un proyecto, promovido por la Ciudad, muy interesante, porque en su primera parte es un proyecto que aparenta ser en defensa de la mujer, relacionado con la campaña Ni Una Menos, contra el maltrato callejero, la intimidación, el acoso, el piropo, la utilización de la imagen de la mujer en las redes sociales, la difusión no autorizada de imágenes íntimas, y establece penas contra esas contravenciones… Pero dentro del mismo paquete, al final de todo aparece lo de los “ruidos molestos”: se aumentan las penas vigentes, y se mantiene el concepto de “normal tolerancia” para diferenciar la música del ruido molesto. Es decir una valoración totalmente subjetiva. O que el ejercicio y la práctica de la música no es una contravención, pero aclara: “siempre y cuando se utilice un dispositivo de amortiguación del sonido” ¿amortiguación?
Por lo tanto se crea una nebulosa tremenda, que abarca también las penas, ya que prevé para la primera vez hasta cinco días de cárcel. También se plantea que en caso de que sean empresas también pueden ir contra la institución. O sea que no es sólo contra el músico callejero, va también contra el lugar que por ejemplo está habilitado como bar pero que si un vecino lo denuncia por “ruidos molestos” puede ser penalizado, y más allá de la multa le cabe también una pena de clausura que puede ser de diez días. Esto se agrava aún más porque la denuncia puede ser anónima, y le devuelve a la policía la facultad de “coacción directa”, o sea que la policía puede, sin autorización judicial, detener al músico y secuestrar sus instrumentos…

LN: ¿Hemos emprendido ya alguna iniciativa para contrarrestar esto?

R.V.: Empezamos en la Legislatura con Carlos Tomada y su equipo de colaboradores de la Comisión de Justicia y de otros legisladores del Bloque de Unidad Ciudadana. Nos propusimos trabajar en conjunto con el Legislador en encontrar la normativa adecuada para descriminalizar a la música.Junto a otras organizaciones que representan artistas y espacios culturales nos reunimos con el ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, donde le planteamos la peligrosidad del proyecto de ley para los músicos y los lugares de trabajo. Coincidió con nuestra preocupación y prometió intervenir en la redacción de la norma para que no castigue a la cultura. Nos reunimos con el Legislador del PRO, Guillermo Gonzalez Heredia y el Presidente de la Comisión de Justicia de la Legislatura, el Legislador Daniel Presti, que nos dijo que el proyecto no tiene el espíritu de perjudicar a los músicos ni a los espacios de trabajo, práctica o estudio. Se comprometió a trabajar en conjunto sobre el proyecto para que no perjudique a la actividad de ningún músico.
Llevamos nuestro rechazo a la criminalización de la música del proyecto de modificación del Convenio Contravencional ante los Legisladores María Andrea Conde, Mariano Recalde y Javier Andrade de Unidad Ciudadana, Gabriel Solano del Frente de Izquierda y de los Trabajadores y Fernando Vilardo, Autodeterminación y Libertad, que escucharon nuestro reclamo y prometieron su apoyo.
Nos reunimos con el Subsecretario de Justicia, del Ministerio de Justicia y Seguridad, Hernán Najenson y el Asesor del Ministro, Pablo Alvarez Palma, funcionarios del ministerio desde donde se escribió el proyecto de modificación del código contravencional. Nos ratificaron que el proyecto no tiene como objetivo perjudicar a la música y a los músicos, ni a los artistas callejeros. Nos informó que aceptarán cualquier modificación que desde la legislatura o el ministerio de cultura se soliciten para que el proyecto no perjudique a la cultura. No sólo hablamos del proyecto, hablamos también de como el código contravencional criminaliza la música y a los músicos, y la actitud de la policía ante los compañeros que trabajan como artistas callejeros, les mostramos algunos de los videos de represión policial que circulan por las redes sociales, nos solicitó que se hicieran las denuncias correspondientes ante la fiscalía para poder tomar las medidas correspondientes.
Nos reunimos con el Legislador del Bloque del Frente Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Patricio del Corro, para llevarle nuestro rechazo al Proyecto de modificación del Código Contravencional. Coincidimos en lo peligroso del proyecto para la actividad musical toda y en la criminalización de los músicos. Nos dio su apoyo para cuando el proyecto se trate en la sala y ofreció el acceso a los medios de su sector, como por ejemplo La Izquierda Diario, para difundir nuestro rechazo y nuestras acciones.
Seguiremos en contacto para que este proyecto no afecte a los músicos.
Pero también estuvimos en la calle, en la masiva movilización del 10 de Julio en la Legislatura, donde con otra veintena de organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos rechazamos el proyecto. Y nacionalizando este reclamo como lo hicimos en Tucumán, donde los compañeros también se movilizaron.

Seguiremos trabajando contra este proyecto, contra la criminalización de la música en la Ciudad y en el resto del país, donde también se viven situaciones similares.

¡LA MÚSICA ES TRABAJO, NO ES DELITO!

¡NOS MOVILIZAMOS CONTRA EL PROYECTO DE MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO CONTRAVENCIONAL!

#LaMúsicaEsTrabajoNoEsDelito #SADeM

FUE EL MARTES 10 DE JULIO DESDE LAS 15 HS

Luego de una semana muy activa contra el proyecto de modificación del Código Contravencional en los despachos de funcionarios que tienen la responsabilidad de la aprobación del proyecto, AHORA LA CALLE!

¡LA MÚSICA ES TRABAJO, NO ES DELITO!

Empezamos en la Legislatura con Carlos Tomada y su equipo de colaboradores de la Comisión de Justicia y de otros legisladores del Bloque de Unidad Ciudadana. Por lo grave de la propuesta, que le da a un policía la oportunidad de detener a un ciudadano con sólo decir que recibió una denuncia anónima, nos explicaron que el bloque de UC se opondrá a todo el proyecto. Nos propusimos trabajar en conjunto con el Legislador en encontrar la normativa adecuada para descriminalizar a la música.
Junto a otras organizaciones que representan artistas y espacios culturales nos reunimos con el ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, donde le planteamos la peligrosidad del proyecto de ley para los músicos y los lugares de trabajo. Coincidió con nuestra preocupación y prometió intervenir en la redacción de la norma para que no castigue a la cultura.
Nos reunimos con el Legislador del PRO, Guillermo Gonzalez Heredia y el Presidente de la Comisión de Justicia de la Legislatura, el Legislador Daniel Presti, que nos dijo que el proyecto no tiene el espíritu de perjudicar a los músicos ni a los espacios de trabajo, práctica o estudio. Se comprometió a trabajar en conjunto sobre el proyecto para que no perjudique a la actividad de ningún músico.
Llevamos nuestro rechazo a la criminalización de la música del proyecto de modificación del Convenio Contravencional ante los Legisladores María Andrea Conde, Mariano Recalde y Javier Andrade de Unidad Ciudadana, Gabriel Solano del Frente de Izquierda y de los Trabajadores y Fernando Vilardo, Autodeterminación y Libertad, que escucharon nuestro reclamo y prometieron su apoyo.

También nos reunimos con el Legislador del Bloque del Frente Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Patricio del Corro, para llevarle nuestro rechazo al Proyecto de modificación del Código Contravencional. Coincidimos en lo peligroso del proyecto para la actividad musical toda y en la criminalización de los músicos. Nos dió su apoyo para cuando el proyecto se trate en la sala y ofreció el acceso a los medios de su sector, como por ejemplo La Izquierda Diario, para difundir nuestro rechazo y nuestras acciones. Seguiremos en contacto para que este proyecto no afecte a los músicos.
Terminamos la semana reuniéndonos con el Subsecretario de Justicia, del Ministerio de Justicia y Seguridad, Hernán Najenson y el Asesor del Ministro, Pablo Alvarez Palma, funcionarios del ministerio desde donde se escribió el proyecto de modificación del código contravencional. Nos ratificaron que el proyecto no tiene como objetivo perjudicar a la música y a los músicos, ni a los artistas callejeros. Nos informó que aceptarán cualquier modificación que desde la legislatura o el ministerio de cultura se soliciten para que el proyecto no perjudique a la cultura. No sólo hablamos del proyecto, hablamos también de como el código contravencional criminaliza la música y a los músicos, y la actitud de la policía ante los compañeros que trabajan como artistas callejeros, les mostramos algunos de los videos de represión policial que circulan por las redes sociales, nos solicitó que se hicieran las denuncias correspondientes ante la fiscalía para poder tomar las medidas correspondientes.
Hace trece años que venimos luchando contra la criminalización de la música, desde CROMAÑON, NUNCA DEJAMOS DE LUCHAR, más allá de las explosiones combativas del sector cuando pasó alguna tragedia, alguna clausura, alguna represión a músicos, todo el tiempo insistimos es despenalizar la música en todos los códigos de la Ciudad.
Esta es una oportunidad de poner sobre la mesa nuestro reclamo y que para siempre la actividad profesional del músico, en la calle, su casa o en los lugares de trabajo, esté reconocida como un tesoro cultural, como un trabajo, no como un delito.

SINDICATO ARGENTINO DE MÚSICOS

Incluir a los músicos en los derechos y beneficios de la seguridad social

Entrevista a Ricardo Vernazza, Secretario General del SadeM

“Incluir a los músicos en los derechos y beneficios de la seguridad social”

En el último período hemos estado encarando algunas cuestiones importantes, relacionadas con reivindicaciones históricas que venimos planteando desde hace mucho. Entre ellas se destaca la creación de la Comisión por la Inclusión del Músico en la Seguridad Social. La comisión se formó a partir de algunos reclamos que hicimos ante el Ministerio de Trabajo y en particular ante el Secretario de Seguridad Social, Juan Carlos Paulucci, respecto a temas que afectan a los músicos como jubilación, pensión por fallecimiento, asignaciones familiares, desempleo, seguro de riesgo de trabajo, obra social, etc.
Tuvimos una muy buena respuesta. Paulucci en los ’60 fue presidente de la Caja de Recaudación Previsional; participó de la reglamentación de la Ley 14.597. En aquel momento se reunía con APO, con el SAdeM y con la Cámara, y como entonces no se pudo hacer, nos dijo que quería dejarlo realizado en esta nueva gestión. A partir de eso se formó una comisión con 3 personas de cada lado: del lado del Ministerio, él personalmente con dos de sus asesores, y por el SadeM estamos participando la presidenta de la Obra Social y Secretaria de Organización del Sindicato, María Laura Vigliecca; como asesor legal el Dr. Gerardo Juara, y yo como Secretario General del SadeM.

O sea con una representación doble: del SadeM y de la OsdeM…

La idea de que concurra la presidenta de la Obra Social es porque hay que cubrir las dos cuestiones. La Obra Social tiene un grave inconveniente: la Superintendencia no reconoce las especificidades del músico como trabajador, y la ley de prepagas ha dejado sin salud a una cantidad de músicos, que por no tener aportes registrados no los podemos atender; y desde la Superintendencia también hay una intención de atender a esos músicos, pero como tiene que haber un encuadramiento sindical en el Ministerio de Trabajo esta Comisión es el mejor lugar para hacerlo…
Y por el otro lado está todo lo que tiene que ver con las condiciones de trabajo. Nosotros planteamos, como propuesta de trabajo, los proyectos de ley que en distintos momentos ya hemos presentado ─el último fue el que perdió estado parlamentario en el Congreso el año pasado, y que fue firmado por el diputado Omar Plaini─, con la idea de incluir en los beneficios de la seguridad social a todos los trabajadores músicos eventuales del país.

¿Eso requiere una ley especial?

Estamos viendo cuales son los temas que se deben tratar, para luego ver qué normativa es la que se requiere: si es necesario una nueva ley, o reglamentar la ley existente…. Nosotros nos estamos encargando específicamente de las condiciones de trabajo del músico, y ellos están estudiando los sistemas de seguridad social que hay en otros lugares de mundo y cómo se pueden aplicar acá, principalmente de qué forma aporta el empleador a este sistema. Hay dos sistemas en estudio, el francés y el español. El secretario Paulucci se inclina más por el español, pero eso todavía está en estudio. El principio general siempre es que el músico esté incluido en los beneficios de la seguridad social que tiene cualquier otro trabajador: jubilación, pensión por invalidez, pensión por fallecimiento del titular, asignaciones familiares, desempleo, obra social, seguro de riesgo de trabajo…

Otra de las preocupaciones del secretario de Seguridad Social es el tema de las enfermedades profesionales. Nos está gestionando una entrevista con la Superintendencia de Riesgos del Trabajo para relevar las enfermedades específicas de los músicos, y los grados de incapacidad total o parcial que puede tener cada enfermedad. Porque hay enfermedades que a cualquier otro trabajador lo incapacitan parcialmente pero le permiten seguir trabajando, pero que al músico lo obligan a retirarse. Esto está sucediendo mucho en organismos nacionales o provinciales, donde los gobiernos lo que “ofrecen” es que ese compañero deje de estar en la orquesta o en la banda y pase a un puesto administrativo; nosotros lo que reclamamos es que se jubile por incapacidad, porque es lo que corresponde, como pasaría por ejemplo si ese compañero, en lugar de tocar un instrumento, manejara una ambulancia: si ya no puede manejar a nadie se le ocurriría pasarlo a administrativo, lo jubilarían…

Y también ver las enfermedades que incapacitan a los músicos parcialmente, para que sean reconocidas con permisos médicos del empleador. Porque por ejemplo, no es lo mismo tomar un antihistamínico para un empleado cualquiera que para un músico; ese simple medicamento tiene contraindicaciones para las tensiones musculares que perjudican la correcta ejecución del instrumento.
Así que son toda una variedad de temas que están para ser abordados en esta comisión. Por eso le estamos dedicando mucho de nuestro tiempo y de nuestro trabajo. Y, ya que para eso nos sentamos en el Ministerio de Trabajo, estamos llevando también otros temas, como la extensión territorial del SadeM a todo el país, la homologación de un contrato de trabajo en el marco de la 14.597, las incompatibilidades que tiene el músico para trabajar en el Estado, el abuso de los playback, y otros que no son de la órbita de la seguridad social pero sí están en el ámbito del Ministerio de Trabajo.

(2ª parte)

“Cuando reclamamos con carta-documento, nos quieren acusar de ‘coacción agravada’…”

¿En qué punto están actualmente las negociaciones paritarias de los músicos?

Actualmente tenemos varias paritarias en discusión. Con mucha dificultad, en primer lugar por la crisis económica: hay lugares a los que la crisis los golpea duramente, como los pubs y otros lugares de la noche, donde recibimos de los empresarios un mar de lágrimas por la situación que tienen, ya sea por las tarifas de los servicios o por la baja de la concurrencia. La crisis hace que a la gente le falte el peso en el bolsillo, y lo primero que se suele cortar es la salida a ver un show, o van 8 personas y se limitan a tomar dos cervezas… Otro ejemplo es que el BAMúsica, que es un subsidio que se les da a los lugares de música en vivo, que en 2016 algunos locales lo pedían para pagar el alquiler o equipamiento, hoy lo están usando para pagar las facturas de la luz, de gas o de agua. Quiere decir que el valor de esas facturas ya supera el alquiler del propio local… La crisis y el tarifazo, una coyuntura que castiga al trabajador desde todos lados. Sumado a que las negociaciones no son en el mejor clima, el operativo de inspecciones con la Dirección de Protección del trabajo realizadas a los boliches este verano generó multas por el incumplimiento de convenio colectivo, lo que se notó al momento de la negociación.  

Y frente a eso ¿cuál es la propuesta que llevamos a las negociaciones?

Bueno, lo que nosotros llevamos es una propuesta de aumento salarial. Es muy amplia, porque allí están también las negociaciones con hoteles, restaurantes y demás. Y nosotros lo que buscamos es mantener el poder adquisitivo del salario en ese sector. Pero por un lado interfieren los problemas que hemos enumerado, y por el otro la política del Ministerio de Trabajo, que hoy, si la propuesta que se acuerda supera la pauta del 15 por ciento, no es como hasta el año pasado que no lo homologaba, sino que ni siquiera te lo reciben.

Y esto complica mucho la negociación, y por eso estamos en plena discusión de alternativas ─porque nuestra propuesta supera ese techo fijado por el Estado─, como por ejemplo firmar por períodos más cortos, reconocer adicionales, etc. Lo cual genera otros conflictos, porque eso supone tener paritarias cada seis meses… Ahora tenemos una contrapropuesta de la Cámara que admitiría esa posibilidad. Estanos hablando de la paritaria con la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Confiterías ─que es nacional─, y también con la de Televisión Abierta; y ambas en el mismo sentido, de modo de lograr tener en el primer semestre una tarifa homologada en todos los lugares posibles, para después seguir con las inspecciones donde no se cumplan.

La situación es crítica en los dos rubros, porque en televisión son pocos los canales o los programas que pueden estar en una situación más holgada. La crisis golpea por ambos lados, por el de la repercusión que la crisis tiene sobre las actividades culturales, y el de los topes que el gobierno nacional pone a los aumentos.

¿Y en Publicidad?

Bueno, ahí estamos en una avanzada mucho más fuerte. La paritaria en el Ministerio de Trabajo hace 20 años que no avanza, así que ya hicimos directamente un reclamo a todas las agencias de publicidad para tener una negociación directa con ellos.

Ahí también tenemos una situación difícil, ya no tanto por la crisis, porque éste es un sector al que la crisis todavía no lo golpeó tan fuerte, pero sí por la coyuntura general, porque el ministerio y la Justicia acompañan la posición dura del empresariado, y entonces es normal que nosotros enviemos, por ejemplo, una carta-documento a una agencia o a cualquier empleador y nos contesten que ellos “no contratan músicos”, o “no tengo nada que ver con ustedes”, e incluso que el último párrafo diga que si les mandamos otra carta-documento nos van a iniciar juicio penal por “coacción”, etc. Increíblemente, hoy para el sistema reclamar un derecho con una carta-documento es “coacción agravada”, como si fuéramos a apretarlos con un revólver… Hoy ya no existe el derecho a reclamar, todo lo que uno pide lo caratulan de “coacción agravada”: esos son los términos con que vienen devueltas nuestras demandas.