Marcelo “Máquina” Levicoy, secretario gremial del SAdeM
“La unidad sindical es necesaria para recuperar los derechos que el gobierno macrista nos quitó”
Complementando la charla que recientemente tuvimos con el secretario general del Sindicato Argentino de Músicos, La Nota conversó brevemente con el secretario gremial de nuestro SAdeM, Marcelo Levicoy (“Máquina”). ¿Qué situación nos dejan cuatro años de macrismo a los trabajadores de la música? ¿Por qué se habla de la necesaria unidad del movimiento sindical para la etapa que se inicia? Estos fueron los ejes de la charla que aquí transcribimos.
Máquina: Las políticas del macrismo nos han dejado a los trabajadores en una desprotección absoluta, especialmente en materia de seguridad e higiene. También con la modificación de las leyes de ART. Se ha ido avanzando en contra de los trabajadores. Esto lo vivimos recientemente, por ejemplo, en el accidente que costó la vida de un compañero que trabajaba en las obras del aeropuerto de Ezeiza y dejó a otros 13 con heridas de distinta gravedad.
Los músicos no estamos exentos de esto. Un hecho puntual en el último tiempo fue el accidente del compañero Sergio Denis. Nosotros siempre decimos que si se puede evitar no es un “accidente” sino negligencia. Y en este caso se podría haber evitado con una simple red de contención cubriendo el foso, o tapándolo con una placa para que no se convirtiera en un riesgo potencial por la caída de algún músico, como sucedió…
Posteriormente tuvimos otro hecho en El Talar, provincia de Jujuy, donde el cantante del grupo Los Criollos y otro compañero del mismo grupo fueron golpeados por una columna de iluminación que se desplomó sobre el escenario en pleno show. El compañero terminó con suturas en la cabeza, pero ni los organizadores del evento ni la municipalidad se hicieron cargo, aunque los compañeros del grupo denunciaron que no había policía y que habían tenido que ir al hospital por sus propios medios.
Una semana después, en Salta, durante un recital de Diego Torres, se prendió fuego el telón…
A nosotros nos preocupan estas cosas, ya que si bien los trabajadores de la música somos trabajadores en relación de dependencia, ciertos organizadores de eventos no cumplen con las leyes de ART, ni con sus obligaciones contractuales; como suele decirse, la actitud de muchos es “si pasa, pasa”. Pero resulta que los músicos estamos exponiendo nuestra vida cada vez que nos subimos a un escenario.
La Nota: …Y eso es parte de la política de precarización laboral que se acentuó en los últimos años…
M.: Totalmente. En Jujuy nosotros denunciamos esto con los compañeros de la seccional, y empezamos a organizar una respuesta desde lo sindical. Nuestra idea es empezar a dar la discusión de fondo: los músicos somos trabajadores, y tenemos los mismos derechos que cualquier otro trabajador en el país. Sin embargo estos derechos se nos vienen negando, desde que tiraron abajo el decreto reglamentario de la ley 14.597 (“Ley del Músico”). Es momento de poner sobre la mesa la discusión real, porque no podemos permitir que los compañeros sigan exponiendo sus vidas para trabajar, por buscar el mango y parar la olla.
LN: Teniendo en cuenta que todo esto es parte de una política de precarización que va mucho más allá de los músicos y abarca a todos los sectores de trabajadores, ¿cómo ves la evolución posible del movimiento sindical ─del que el SAdeM forma parte─ para el período que se inicia a partir de las elecciones que tendrán lugar en esta misma semana?
M.: Vengo sosteniendo que la única salida posible para frenar el avance de las patronales es la unidad del movimiento obrero. No es una cuestión que tenga que ver sólo con el neoliberalismo, sino con una política global en el mundo. Se está precarizando cada vez más a los trabajadores, llevándolos a la llamada “gig economy”, transformándolos en autónomos y monotributistas, y como siempre maximizando la ganancia de las grandes patronales. La plusvalía sigue rigiendo el mundo…
Un movimiento obrero organizado, activo, fuerte, es la única forma de frenar este proceso. Por eso vemos bien este acercamiento de sectores que estaban nucleados en otra central obrera como la CTA y han manifestado su intención de volver a la CGT. Ciertamente hay que tener en cuenta las cuestiones estatutarias que deben respetarse, hay procedimientos legales que realizar; pero entendemos que el movimiento obrero unificado es la única salida para frenar el ajuste brutal que se viene dando, no sólo en el plano nacional sino también en el internacional.
LN: El movimiento obrero es un conglomerado de corrientes muy diversas. ¿No hay una parte de ese movimiento que acompañó las políticas contra las que hemos venido luchando? Y ¿unidad para qué, en la nueva etapa?
M.: Una de las primeras cosas por las que el movimiento obrero debe traccionar es para retrotraer las leyes que se han aprobado para quitarle derechos a los jubilados. O más bien retrotraer el paquete de leyes completo que afecta a los trabajadores: la de ART con la modificación de la indemnización, etc.
Si bien el gobierno tuvo que dar marcha atrás porque la Corte Suprema se expidió señalando el carácter inconstitucional de la reforma referida a las indemnizaciones, el propio gobierno y la derecha en general ─como varios de los candidatos que intervinieron en el debate preelectoral─ siguen hablando de “reforma laboral”. Por eso es necesaria la unidad del movimiento obrero. Si nosotros en la Argentina seguimos resistiendo a transformarnos en un país totalmente precarizado, es porque todavía queda algo de aquel movimiento obrero histórico, aquél que paró un país y que le dijo “basta” a la Dictadura…
Aunque haya algunos compañeros que no entendieron y se marearon con las mieles del poder, muchos otros siguen con los ideales en alto y no bajaron ninguna bandera. Necesitamos un movimiento obrero unido para impedir la llamada “reforma laboral”, y para recuperar los derechos que el gobierno macrista nos quitó.